Lago Puelo: el refugio de la naturaleza

A 120 kilómetros de San Carlos de Bariloche (Río Negro) y 165 de Esquel (Chubut), integrando la Comarca Andina del Paralelo 42º se encuentra la localidad de Lago Puelo, un típico reducto chubutense cordillerano, cercano al lago homónimo. A él se llega por la ruta nacional 258 (totalmente asfaltada) desde San Carlos de Bariloche, en forma aérea y terrestre con 12 frecuencias diarias.

Al igual que el resto de las poblaciones de la Comarca (El Bolsón, El Hoyo, Epuyén, El Maitén y Cholila) basa, principalmente su economía en la producción de frutas finas (Cerezas, Frutillas, Frambuesa) y la actividad turística.

Otras actividades denominadas "No convencionales" se destacan en la región. Los trabajos de artesanías, de reconocida calidad o la producción de especies vegetales con tratamiento y cuidado especiales (endibias, hongos, espárragos), se suman al abanico de la producción regional.

Los 5500 habitantes de esta pintoresca localidad viven al resguardo del Cerro Currumahuida y de cara al lago. En este lugar, cada año, en el mes de enero, se realizan en forma conjunta la Fiesta Nacional "El Bosque y su Entorno" y las jornadas "Eco Puelo".

El origen del nombre Puelo es mapuche y tiene dos acepciones: "aguas del este" o "final del camino". La región ya se nombra en los relatos de expedicionarios españoles del siglo pasado, donde se habla de "indígenas con aros en la nariz que venían a los valles a cazar". En 1928 un maestro, Remigio Nogues, enviado por el gobernador del territorio señala la necesidad de crear una comisión de fomento municipal "para preservar la soberanía". El 2 de abril de ese año se crea la comisión, integrada en su gran mayoría por maestros.

El Valle de Lago Puelo es de origen glacial. Es estrecho y alargado recorrido en su zona media por los ríos Azul y Quemquemtreu que, juntos a otros cursos de agua, son el sustento del ecosistema de un valle con una ingresión valdiviana notable.

De las fuentes de producción y economía de la región, se destaca principalmente la llamada "industria sin chimeneas", o sea el turismo. Importantes complejos de hosterías, cabañas y residenciales se esparcen por los valles de la región. La oferta turística general se quintuplicó en los últimos siete años. Los habitantes entienden que este será el recurso para el futuro y por ello trabajan en mejorar la oferta ya existente dentro de un marco de desarrollo sustentable y defensa del ambiente. En este rubro es de destacar que, el costo de los combustibles en la región (subsidiados al 50% del resto del país) hace que, los visitantes se incrementen en forma progresiva en cada temporada.

En un futuro cercano, con la apertura del Paso Internacional Puelo, se logrará integrar un circuito binacional que tendrá como puntos de referencia a Puerto Montt, en Chile, Lago Puelo, El Bolsón y Bariloche en Argentina. Este paso, que está en avanzada construcción no sufrirá cortes en época invernal por ser el más bajo de la cordillera de los Andes (200 m.s.n.m.) y permitirá a los turistas recorrer un incomparable paisaje donde abundan los lagos, rápidos, bosques y selvas valdivianas.

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